Corría el año 2020, el corona nos daba un respiro entre dos olas, y Michael se sacó la lotería cuando conoció a Anuka una tarde del verano alemán. Pocos días después, comenzaban nuevamente los toques de queda, los restaurantes, cines y bares volvían a cerrar, por lo cual Michael y Anuka no tuvieron más remedio que juntarse en sus respectivos departamentos a conversar y conocerse 🤷🏻‍♀️

Sushis van y daiquiris caseros vienen, Anuka y Michael se dieron cuenta de lo bien que encajaban sus personalidades y de que compartían la misma idea de vida. No está de más aclarar que Anuka con su vibras de argentina encantadora, no escapó al ojo de Michael.

Se mudaron juntos, y meses después Michael fue a conocer a la familia y amigos de Anuka en Córdoba. Al constatar que no estaban todos locos, Michael completó el ritual de arrodillarse y pedir la mano de Anuka en una romántica velada helada del invierno alemán.

Por ese entonces, ya comenzaba la búsqueda de Julián, quien dijo piedralibre unos meses después. Boda íntima en los pagos de Michael (con baby ya dentro del horno), babymoon en California y llegada de Julián para el día de los enamorados culminaron la serie de eventos que dieron lugar a la familia que somos hoy.

Sí, ésta es nuestra segunda boda. Pero la verdadera fiesta.